miércoles, abril 06, 2011

El extraño caso del doble gato en El Tercer Hombre


Cuando después de una hora de metraje el enigmático tercer hombre al que alude el título de la historia se hace visible por primera vez durante unos breves segundos, sólo con su mirada y una burlona sonrisa deja entrever características muy propias del Felis silvestris catus. Tan simpático y misterioso como esquivo, cobarde, egocéntrico y poco de fiar. Al gato humanoide lo interpretaba Orson Welles, pero a quien el gato gatuno lamía los zapatos no era él, sino un miembro del equipo de filmación. El trotamundos Welles andaba en Italia preparando su versión de Othello. La escena se rodó mientras lo esperaban pacientemente en Viena y agregaron los primeros planos de su rostro cuando por fin hizo acto de presencia. Eso en los fotogramas pasa desapercibido. Sin embargo al gato le cambian las rayas de manera evidente al mirar hacia arriba en el portal. Se nota que es otro: Un doble gato. ¿Se filmó la mirada a posteriori y el gato principal andaba ausente? ¿O bien el director Carol Reed prefería ojos más expresivos? Sólo sabemos que los cordones de los zapatos iban untados con alimento para gatos con el fin de provocar el lameteo e iban conectados por dentro a los bolsillos del pantalón para moverlos y provocar el jugueteo. Tal vez en represalia por el esfuerzo que les supuso dirigirlo, el doble gato fue excluido en los títulos de crédito, pese a lo magnífico de su actuación y a que les salió totalmente gratis. Qué injusticia y cuánta ingratitud. El Museo de la Luna